31.10.2009

Yo era feliz siendo tus ojos a ratitos, teniéndolos bien abiertos para después platicarte de esos lugares a los que ya no podías ir. Pero ahora ya no me sale. No me gusta la idea de que camines a mi lado y te enteres de todo al mismo tiempo que yo. Eso quiere decir que ya no estás en tu recámara esperando mi visita. A mí me gustaba platicarte y ver cómo tus ojitos se emocionaban con mis historias. Retocarlas y saber que después tú las arreglarías aún más antes de contárselas a todomundo.

Dicen que ahora ya no te duelen las piernas y que probablemente Nacho te esté enseñando a bailar.

Dicen que ya no se te olvidan las oraciones y que tus tías monjitas te enseñan una nueva cada día.

Dicen que ahora sabes todo lo que te oculté y que ya me has perdonado.

Dicen que ahora te tengo más cerca.

Dicen que ahora me cuidas más.

Dicen que vives en mí.

Así sea.

(Yo, que soy muy egoísta, cambiaría todo eso por otro besito tuyo).

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